d. Competencias básicas
4.1. DESCRIPCIÓN DE LAS COMPETENCIAS BÁSICAS
Por competencias entendemos aquellos conocimientos, destrezas y actitudes que todos necesitamos para la realización y desarrollo personal y la inclusión en la sociedad. Se adquieren y mejoran a lo largo de las diferentes etapas educativas y constituye la base de un continuo aprendizaje a lo largo de toda la vida. Son las siguientes:
1. Competencia en comunicación lingüística:
Se refiere a la utilización del lenguaje como instrumento tanto de comunicación oral y escrita como de aprendizaje y de regulación de conductas y emociones.
Escuchar, hablar y conversar supone ser consciente de los principales tipos de interacción verbal, ser progresivamente competente en la expresión y comprensión de mensajes orales que se intercambian en situaciones comunicativas diversas y adaptar la comunicación al contexto.
El lenguaje como vía de aprendizaje, de expresión y comunicación, de autorregulación personal, de relación e interacción con los otros, se considera clave para el desarrollo integral del alumnado a lo largo de todo el sistema educativo. En la etapa infantil abarca una dimensión psicomotriz, expresivo-cognitiva, y afectiva-relacional. Su desarrollo en estos años permite que el niño y la niña interiorice sus conocimientos, exprese sentimientos y deseos y regule su propio comportamiento.
2. Competencia de razonamiento matemático:
Se refiere a la habilidad para utilizar números y sus operaciones básicas, los símbolos y las formas de expresión y razonamiento matemático para producir e interpretar informaciones, para conocer más sobre aspectos cuantitativos y espaciales de la realidad y para resolver problemas relacionados con la vida diaria y el mundo laboral.
El tratamiento de las matemáticas en Educación Infantil se enfoca como una tarea integrada en juegos y actividades que desarrollen las capacidades sensitivas y el ingenio de los niños y niñas. Estos se irán haciendo competentes en esta materia, por ejemplo, a medida que vayan construyendo la estructura de los números, realizando mediciones con elementos próximos o distinguiendo aspectos cualitativos y cuantitativos del entorno.
3. Competencia en el conocimiento y la interacción con el Mundo físico y natural:
Se refiere a la habilidad para interactuar con el mundo físico, tanto en sus aspectos naturales como en los generados por la acción humana, de modo que facilite la comprensión de sucesos, la predicción de consecuencias y la actividad dirigida a la mejora y preservación de las condiciones de vida propia, de los demás hombres y mujeres y del resto de los seres vivos.
Se alcanza mediante actividades que potencien el contacto con determinados aspectos naturales. Esta competencia también tiene una repercusión directa en una de las Áreas de Infantil: "Conocimiento del entorno". Los espacios exteriores ofrecen al alumnado la posibilidad de utilizar materiales y objetos que no suelen ser habituales en la escuela o la casa (piedras, animales, plantas, etc.) y que son de gran importancia para el desarrollo de cualidades que le serán de utilidad en el futuro.
4. Competencia digital y tratamiento de la información:
Se refiere a habilidades para buscar, obtener, procesar y comunicar la información y transformarla en conocimiento. Incluye aspectos diferentes que van desde el acceso y selección de la información hasta el uso y la transmisión de ésta en distintos soportes, incluyendo la utilización de las tecnologías de la información y la comunicación como un elemento esencial para informarse y comunicarse.
La competencia en el tratamiento de la información y la competencia digital en la última década han tomado especial relevancia en todo el sistema educativo. No obstante, la iniciación temprana en el uso de las nuevas tecnologías despierta el interés y motiva el aprendizaje. Se puede emplear en Infantil el ordenador como herramienta para el acercamiento a la lectura y escritura, a las actividades numéricas, hacer juegos de ingenio, lenguaje o diversas habilidades.
5. Competencia social y ciudadana
Esta competencia permite vivir en sociedad, comprender la realidad social del mundo en que se vive y ejercer la ciudadanía democrática. Incorpora formas de comportamiento individual que capacitan a las personas para convivir en una sociedad cada vez más plural, relacionarse con los demás, cooperar, comprometerse y afrontar los conflictos. Adquirir esta competencia supone ser capaz de ponerse en el lugar del otro, aceptar las diferencias, ser tolerante y respetar los valores, las creencias, las culturas y la historia personal y colectiva de los otros.
Es, por excelencia, de las más clásicas de esta etapa; se trabaja de forma pionera en educación Infantil. Téngase en cuenta que es la etapa de educación infantil el primer foco social al que asiste el niño y la niña después, obviamente, del entorno familiar; donde se tiene el primer contacto con otros iguales y donde se aprende por primera vez que hay otros intereses presentes además de los nuestros propios. Es aquí donde comienza una socialización más estructurada, donde las pautas de interacción que han aprendido en el entorno familiar se refuerzan. Familia y docentes trabajan conjuntamente para que los niños y niñas lleguen a ser personas competentes, asumiendo actitudes y valores para la convivencia en una sociedad democrática, plural y participativa.
6. Competencia cultural y artística
Esta competencia supone apreciar, comprender y valorar críticamente diferentes manifestaciones culturales y artísticas, utilizarlas como fuente de disfrute y enriquecimiento personal y considerarlas como parte del patrimonio cultural de los pueblos.
En Infantil también se podría considerar una seña de identidad en esta etapa, pues este tipo de actividades suelen prestarse a una consideración especial. También se relaciona directamente con el Área "Lenguajes: comunicación y representación". La capacidad creativa a través de las manifestaciones artísticas en estas edades suele dar frutos bastante gratificantes y fomentan a la persona.
7. Competencia y actitudes para seguir aprendiendo.
Aprender a aprender supone iniciarse en el aprendizaje y ser capaz de continuarlo de manera autónoma. Supone también poder desenvolverse ante las incertidumbres tratando de buscar respuestas que satisfagan la lógica del conocimiento racional. Implica admitir diversidad de respuestas posibles ante un mismo problema y encontrar motivación para buscarlas desde diversos enfoques metodológicos.
Está presente no ya en todo el sistema educativo, sino a lo largo de toda la vida. Podemos planificar actividades significativas, motivadoras para estas edades, que exijan la implicación del alumnado y potencien el desarrollo de habilidades cognitivas y la práctica de habilidades y destrezas. Por ejemplo, la estimulación de actividades manipulativas en los periodos adecuados de la infancia que contribuirá a un perfecto desarrollo de las estructuras y capacidades cerebrales. Al empezar a trabajar esta competencia en la educación infantil debemos ser conscientes de que nunca se acaba su aprendizaje. Actividades en estas edades que insten a observar, explorar, manipular, cuestionar, etc. llevarán al alumnado a una permanente disposición, si los factores ambientales lo permiten, para aprender cosas nuevas.
8. Competencia para la autonomía e iniciativa personal
Esta competencia se refiere a la adquisición de la conciencia y aplicación de un conjunto de valores y actitudes personales interrelacionadas, como la responsabilidad, la perseverancia, el conocimiento de sí mismo y la autoestima, la creatividad, la autocrítica, el control emocional, la capacidad de elegir, de calcular riesgos y de afrontar los problemas, así como la capacidad de demorar la necesidad de satisfacción inmediata, de aprender de los errores y de asumir riesgos.
Esta competencia se refiere a la posibilidad de optar con criterio propio y llevar adelante las iniciativas necesarias para desarrollar la opción elegida y hacerse responsable de ella, tanto en el ámbito personal como en el social o laboral.
Hace posible comprender la realidad social en que se vive, cooperar, convivir y ejercer la ciudadanía democrática en una sociedad plural, así como comprometerse a contribuir a su mejora. Integra conoci-mientos diversos y habilidades complejas que permiten participar, tomar decisiones, elegir cómo com-portarse en determinadas situaciones y responsabilizarse de las elecciones y decisiones adoptadas.
Tiene también una clara correlación con el Área "Conocimiento de sí mismo y autonomía personal", así como con dos de los objetivos generales. Por tanto, podríamos decir que su desarrollo en Educación Infantil es "inevitable". De hecho, aunque se trabaje en toda la enseñanza obligatoria, sólo en esta etapa dispone de un área específica, lo cual es lógico si consideramos que en Infantil se han de sentar las bases para que el niño y la niña vaya progresando desde la dependencia hacia la autonomía, a la vez que se inicia en la responsabilidad.
El desarrollo de estas competencias se materializan en enunciados más concretos que, desde cada materia, definen medios operativos que identifican la corresponsabilidad de cada ámbito del currículo para su adquisición y desarrollo. De esta manera, se muestran unas competencias específicas como elementos de desempeño en contextos determinados de enseñanza-aprendizaje quedando supeditadas, pues, a las básicas.